La historia de Audemars Piguet empieza en 1875 en el corazón de la Vallée de Joux, cuna de la relojería suiza de alta gama de la mano de Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet.
La primera sede de Audemars Piguet se construyó alrededor de un pozo a fin de extraer el agua de una fuente cercana.
Antes de 1951, cuando se introdujo el concepto de «modelo», cada reloj de Audermars Piguet era único. Hoy en día, Audemars Piguet sigue firmemente apegada a la producción de series muy pequeñas, elaboradas con el mayor cuidado y demostrando el máximo respeto por las tradiciones relojeras en los mismo talleres donde todo empezó.