En 1905 HANS WILSDORF fundó en Londres una empresa especializada en distribución de relojes, la llamó ROLEX después de combinar las letras del alfabeto de todas las maneras posibles. Quería un nombre corto y fácil de recordar.
Para convencer a la gente de que sus relojes de muñeca eran fiables y precisos, encargo a un taller relojero de Berna en Suiza que equipara a sus Rolex con un movimiento pequeño de gran precisión que era la obsesión de su fundador desde el inicio de la marca.
En 1926 Rolex crea el primer reloj hermético al polvo y al agua, al que llaman “Oyster”